En muchas ocasiones el equipo de diseño se ve presionado a entregar un trabajo en tiempo récord, por lo que el lapso dedicado a cerciorarse que no existan errores en el producto final también se ve reducido; sin embargo es más costoso imprimir un trabajo erróneo que hacer una entrega tardía. Por lo que hacemos unos pequeños consejos antes de acudir a la imprenta.

1. Haz que más personas vean el trabajo antes de imprimirse

Muchas veces estamos renuentes a las críticas, sin embargo éstas harán que nuestro trabajo mejore, sobre todo si tenemos algún error que no hayamos detectado. Si dos cabezas trabajan mejor que una, cuatro o más ojos ven mejor que un par. Hacer que más personas verifiquen el trabajo nos ayudará a corregir, desde errores ortográficos hasta pequeños defectos de composición.

2. Se consiente del soporte donde se imprimirá

No basta con conocer los principios básicos de diseño, también debemos instruirnos en cuanto a sistemas de impresión. La resolución y la paleta de colores de nuestro trabajo deben depender del formato real en que lo plasmemos. El hecho de que visualicemos las cosas de una manera en la pantalla no nos indica que se verán de la misma manera en formato impreso.

3 Antes de diseñar toma en cuenta el tiraje y los costos

En ocasiones nos entusiasmamos tanto durante el proceso creativo que olvidamos por completo el costo que representará llevarlo a cabo de manera material. Por lo que no se debe perder de vista ni el tiraje que va a tener el trabajo, ni los costos que supondrían llevarlo a cabo. El precio diferirá en cuanto a calidad del material como en número de impresiones.

4 Hable con su impresor

El diseñador es experto en su área, pero debe tener la humildad de reconocer que el momento final depende del trabajo del impresor, por lo que una buena comunicación entre ambas partes dará un mejor resultado. Tengan en cuenta las pruebas de impresión, y coincidan en lo más adecuado para el producto final.

En cuanto al momento de diseñar deben contemplarse más elementos: tipografía, color, maquetación, márgenes, y un largo etcétera, pero sin duda estos cuatro consejos básicos y hasta lógicos no pueden dejarse de lado.